
La música gospel, nacida en la diáspora africana, resulta un marco incomparable para mejorar las habilidades vocales y profundizar en la armonía, el ritmo y la poesía propia del estilo.
Es una manera práctica y lúdica de adquirir o reforzar conocimientos de la lengua inglesa y desarrolla la capacidad de escucha, la creatividad, la intuición y el trabajo en equipo. Estimula la capacidad de improvisar y ayuda a acercarse al blues, al jazz, a la música clásica y otros géneros musicales.